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La interacción entre animales y bebés ha creado diversas corrientes de opinión. Voy a aportar la mia.
En mi caso, en mi familia, siempre se ha considerado a la mascota como uno más de la casa. Ellos vivían en la casa familiar y se les cuidaba en consonancia. Ninguno de mis amigos lo vio como algo raro, ni siquiera cuando comencé a adiestrar halcones (creo que se esperaban de mi cualquier cosa) cosa que hice durante más de 15 años. Por eso durante mi primer embarazo me sorprendí tanto al darme cuenta que gente muy allegada a mí (que no me había conocido en mi infancia y adolescencia) me hizo esta pregunta: Ahora que estas embarazada y vas a tener un bebé, ¿qué vas ha hacer con tu perro? Por supuesto el perro siguió en mi casa y ahora juega con mis hijos, o huye de ellos… Pero para darle prisma científico a la interacción NIÑOS-MASCOTAS pues he buscado evidencia. ¡Y os va a sorprender!
Existen varios estudios que han estudiado del impacto que tiene una mascota sobre del bebé no nacido (con mamá aún embarazada) y recién nacido. En China, Xu et al. (2017), han justificado que las mascotas reducen niveles elevado de tensión arterial en niños pequeños y recién nacidos, por lo que tiene un impacto positivo a efectos cardiovasculares.
Por otro lado se ha demostrado que la exposición a la contaminación ambiental aumenta el riesgo de hipertensión, de inflamación sistémica, estrés oxidativo y vasoconstricción (Y yo viviendo en Madrid….si es que hay que salir más al campo mamis). Pero el lado positivo de esto es que: Hansen et al. (1999) descubrieron que las mascotas consiguen una respuesta en el sistema nervioso de sus compañeros humanos.



Las mascotas consiguen inhibir el sistema nervioso simpático equilibrando así el Sistema Nervioso Autónomo (que es el más arcaico e instintivo, el sistema de la supervivencia).
Además Allen et al. (2001) sugiere que la tenencia de mascotas disminuye la respuesta fisiológica al estrés y no solo eso, sino que te da herramientas y habilidades para adaptarte a el. Por todo esto se puede llegar a la conclusión que, dentro de estos estudios (en los que se comparan dos grupos de muestra: niños sin mascota y niños con mascota en un ambiente de aire contaminado), convivir con una mascota en un ambiente con contaminación del aire puede potencialmente mitigar los efectos de la polución a la hora de elevar la tensión arterial (Wuany R. Et al 2018). Sobre todo en dentro del útero de mami.
Mascotas y Problemas Respiratorios



Este punto es realmente comprometido. Se encuentran estudios que se contradicen claramente. Por ejemplo Hesselmar et al.(1999) Encuentran que la convivencia con mascotas durante el primer año de vida de los bebés disminuye el riesgo de rinitis alérgica en niños entre 7 y 9 años. Además observa una disminución del asma infantil, en niños que han tenido mascotas durante su primer año, entre los 12 y 13 años.
Otro estudio a tener en cuenta es el de Ownby et al. En el que se concluye que los niños que han tenido dos o más perros o gatos se han tenido que hacer menos pruebas de alérgenos (esos pinchacitos que te dan el brazo para ver a que eres alérgico y a que no). Si te paras a pensarlo….si se hacen menos pruebas es por que los niños denotan menos síntomas.
Siguiendo la misma línea; Campo P et al. (2006) y Roost HP et al. (1999) concluyen que tener mascotas en la primera infancia protege a los niños contra los síntomas alérgicos.
No obstante no es oro todo lo que reluce. También he encontrado estudios que precisamente aseguran lo contrario. Como muestra Shugang Luo et al. 2018 en su conclusión; la tenencia de mascotas en la infancia está asociada a un incremento de asma y alergia entre un 2 y un 3 % más que los niños que no han tenido mascotas. Así como rinitis y eczemas. Por otro lado, la muestra (la cantidad de niños estudiados) de este estudio se basa en niños que viven en ciudad, es decir la polución también está asociada.
Mascotas y Terapia
Poco a poco se acepta la idea de incluir la terapia con mascotas en niños hospitalizados o con personas de Diversidad Funcional. En unidades oncológicas pediátricas ya hace años que se usan mascotas como parte de la terapia para manejar el estrés traumático. O incluso en niñ@s que han sufrido abuso sexual. En peques con riesgo de problemas mentales está demostrado que disminuye el estrés y la segregación de cortisol (hormona del estrés). O´Haire et al. (2015) describen que la terapia con mascotas reduce la depresión, la ansiedad y el desorden post traumático. Recalcar que este estudio se basa en población en general, no solo en niñ@s. ¡Las mascotas dan amor a todo el mundo!
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Podemos concluir este post (que me ha llevado mogollón de tiempo escribir, por que había mucho muchísimo que leer) diciendo que está demostrado que las mascotas son una solución no farmacológica para disminuir la ansiedad, promover la felicidad en niñ@s y estrategias para afrontar situaciones traumáticas tanto de ingresados hospitalarios como sanos.



En cuanto a la respuesta fisiológica de los niños que tienen mascotas tengo dudas en la conclusión. Como ya habéis podido leer existen autores que aseguran que tener mascotas en la infancia disminuyen las posibilidades de sufrir alergias y asmas infantiles. No obstante también he encontrado otros que dicen todo lo contrario.
Desde mi punto de vista considero que la higiene de tu mascota es esencial. Y por supuesto la limpieza de suelos y superficies. Pero la cara de mi hijo cuando juega al “busca” con mi Perro Potencialmente Precioso y la cara de mi hija cuando se sienta sobre el como si fuera un caballo….pues no tienen precio.
¡Nos vemos en el siguiente Post!
Bibliografía
Roost HP, Ku ̈nzli N, Schindler C, Jarvis D, Chinn S, Perruchoud AP, et al. Role of current and childhood exposure to cat and atopic sensitization. J Allergy Clin Immunol. 1999; 104: 941–947. https://doi.org/ 10.1016/S0091-6749(99)70072-2 PMID: 10550736
Campo P, Kalra HK, Levin L, Reponen T, Olds R, Lummus ZL, et al. Influence of dog ownership and high endotoxin on wheezing and atopy during infancy. J Allergy Clin Immunol. 2006; 118: 1271–1278. https://doi.org/10.1016/j.jaci.2006.08.008 PMID: 17157656
Hesselmar B, Åberg N, Åberg B, Eriksson B, Bjo ̈ rkste ́ n B. Does early exposure to cat or dog protect against later allergy development? Clin Exp Allergy. 1999; 29: 611–617. https://doi.org/10.1046/j.1365- 2222.1999.00534.x PMID: 10231320
Ownby DR, Johnson CC, Peterson EL. Exposure to dogs and cats in the first year of life and risk of aller- gic sensitization at 6 to 7 years of age. JAMA. 2002; 288: 963–972. https://doi.org/10.1001/jama.288.8. 963 PMID: 12190366
O’Haire, M. E., Guérin, N. A., & Kirkham, A. C. (2015). Animal-assisted intervention for trauma: a systematic literature review. Frontiers in Psychology, 7(6), 1121. https:// doi.org/10.3389/fpsyg.2015.01121.
The Effect of a Pet Therapy and Comparison Intervention on Anxiety in Hospitalized Children. Katherine Hinic, PhD, RN, CNE, CNL a,b,⁎, Mildred Ortu Kowalski, PhD, RN, NE-BC, CCRP b, Kristin Holtzman, CCLS b, Kristi Mobus, BSPH (2018).
Pet keeping in childhood and asthma and allergy among children in Tianjin area, China. Shugang Luo, Yuexia Sun*, Jing Hou, Xiangrui Kong, Pan Wang, Qingnan Zhang, Jan Sundell (2018)
Pet exposure in utero and postnatal decreases the effects of air pollutants on hypertension in children: A large population based cohort study. Wayne R. Lawrence a, b, 1, Mo Yang a, 1, Shao Lin b, Si-Quan Wang c, Yimin Liu d, Huimin Ma e, Duo-Hong Chen f, Bo-Yi Yang a, Xiao-Wen Zeng a, Li-Wen Hu a, Guang-Hui Dong. (2018)